Disipadores de Rayos

Las tormentas eléctricas, año con año constituyen un grave problema para instalaciones que son vulnerables a ellas.

La creación de un rayo se debe a la actividad dentro de la célula de la nube causa una separación de carga dentro de ésta. La célula desarrolla una carga eléctrica entre la cima y la base. Como resultado, la nube se transforma en una batería electrostática cuando los niveles superiores se cargan predominantemente positivos (+) y la base de la nube asume cargas negativas (-).   

Durante la tormenta la misma polarización de las nubes, induce una polarización opuesta en la superficie debajo de ella, incluyendo estructuras. Esta polarización ioniza el aire hasta que se produce un camino de menor resistencia entre el suelo y la nube provocando el rayo.Durante la tormenta la misma polarización de las nubes, induce una polarización opuesta en la superficie debajo de ella, incluyendo estructuras. Esta polarización ioniza el aire hasta que se produce un camino de menor resistencia entre el suelo y la nube provocando el rayo.

La idea principal del uso del clásico sistema de punta pararrayos conectada a una varilla aterrizada proveer un camino más favorable para que la energía del rayo pase por él, el lugar de una estructura o equipo sensible. Al colocar diversos pararayos en posiciones estratégicas es altamente probable que el rayo impacte en alguno de ellos y su energía sea redirigida al sistema de tierra.

La corriente que fluye a través del pararayo llega a ser de entre 12,000 y 20,000 amps a casi 100,000 volts, los cuales pasan muy cerca del equipo sensible al que se requiere proteger. Al pasar cerca de la instalación eléctrica se crea un campo electromagnético que crea a su vez transientes de voltaje y corriente que se propagan a través de las líneas telefónicas, líneas de datos o líneas de alimentación, sobrecargando circuitos o dañando componentes sensibles en equipos electrónicos.

En la antigüedad con los tubos de vacio esto no era un problema serio, ya que no se veían afectados por los transientes, pero la tecnología actual es seriamente afectada por estos transientes aunque estén conectados a un efectivo sistema de tierras, por lo que las puntas pararrayos son ahora obsoletos.

La solución a este problema es evitar que los rayos impacten a la estructura de cualquier manera. Para ello se utilizan DISIPADORES DE RAYOS.

¿En qué consiste el sistema de disipación?

Son una serie de puntas disipadoras conectadas a tierra, que ionizan un área determinada de la atmósfera, evitando así  las descargas eléctricas en la instalación.

La ionización es la forma en la que la naturaleza neutraliza un área altamente cargada, ya sea una nube, un objeto, o la superficie terrestre. Así que para neutralizar un área altamente cargada por medio de un rayo se necesitan generalmente cumplir las siguientes condiciones:

1. Una nube negativamente cargada.

2. Una superficie positivamente cargada debajo de la nube.

3. Un camino (aire ionizado) entre ambos.

Los pararayos están constantemente disipando iones a la atmosfera utilizando el efecto corona para atraer el rayo. Los disipadores, recolectan la carga estática o eléctrica del objeto y lo disipa rápidamente a la atmosfera, multiplicando los puntos de descarga y gracias a las corrientes de aire distribuyen dichas cargas neutralizando el área y con esto se previene el impacto del rayo en el área u objeto.

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